LIBRO DE TOMÁS EL LUCHADOR

LIBRO DE TOMÁS EL LUCHADOR

INTRODUCCIÓN:

Ésta es la Tradux Gnostika del libro que aparece en último lugar en el códice II de la biblioteca de Nag Hammadi. Aparentemente es un texto, en forma de diálogo, destinado a la instrucción de los gnósticos de 2º grado (véanse notas al final). Aparece Tomás (considerado uno de los hermanos de Yeshua) dialogando con el Salvador justo antes de su ascensión. Aparece el nombre de otro discípulo, Matías, como el que va tomando nota de este diálogo.
El nombre real de Tomás debió ser Judas. Normalmente se suele citar como Judas Tomás para diferenciarlo de Judas Iscariote. El sobrenombre de Tomás (=gemelo) es por alusión al parentesco con Yeshua. Pero este concepto fue sistemáticamente abolido en siglos posteriores cuando se convino en que Yeshua no “debía” tener hermanos.
Hay un período muy prolífico en enseñanzas “secretas” de Yeshua que corresponde al tiempo entre la crucifixión y su ascensión. A ese período corresponde también el texto del Pistis Sophia.
Cabe la posibilidad, sostenida por diversos autores, de que este tratado sea, en realidad, una síntesis de dos libros anteriores. Esta tesis se apoya en algunas particularidades de la gramática y composición que lo ubicarían en el siglo II (alrededor del año 150 d.C.). Pero hay que tener presente que esto es una mera aproximación especulativa puesto que con lo que contamos es con una copia hecha en el siglo IV. Pudiera ser que los distintos copistas hubieran ido adaptando los giros gramaticales a las formas de cada época.
Visto lo anterior también podría especularse con la idea de que originalmente (éste y algunos otros textos de Nag Hammadi) pudieran haber sido compuestos por discípulos directos de Yeshua (Jesús). A favor de esta idea están las propias afirmaciones con las que comienza el libro:
“Palabras que en secreto dijo el Salvador a Judas Tomás y que transcribí yo mismo, Matías, mientras caminaba a su lado, oyendo lo que hablaban el uno con el otro”.

LIBRO DE TOMÁS EL LUCHADOR

Palabras que en secreto dijo el Salvador a Judas Tomás y que transcribí yo mismo, Matías, mientras caminaba a su lado, oyendo lo que hablaban el uno con el otro.
El Salvador dijo:

- Hermano Tomás, mientras tengas tu tiempo en el mundo físico, escúchame puesto que voy a revelarte asuntos sobre los que has intentado discernir. Pues que se ha dicho que eres mi gemelo y mi compañero en la lucha, investiga para que sepas quién eres, por qué existes y lo que puedes llegar a ser. Pues que eres llamado mi hermano, no te conviene ignorar acerca de ti mismo. Sé que tú has llegado a entender, a comprender que yo soy la Verdad. Por andar conmigo, siendo ignorante, has llegado a conocer. Por eso te llamarán “el que se ha conocido a sí mismo”. En verdad el que no se ha conocido a sí mismo no conoce nada. Y el que se conoce ha sí mismo ha empezado ya a tener conocimiento sobre la profundidad del Pleroma . Por esto tú eres mi hermano, Tomás. Has visto lo que permanece oculto a los hombres. Aquello con lo que tropiezan por ignorarlo.
Y Tomás dijo al Señor:

- Por esto te suplico que me expliques aquello acerca de lo que te pregunto antes de tu ascensión. Y cuando me expliques tú sobre lo oculto, entonces podré hablar acerca de ello. Me resulta difícil hacer la verdad a los hombres.
El Salvador respondió diciendo:

- Si lo visible está oculto para ti, ¿cómo podréis escuchar acerca de lo que no es visible? Si las obras de la Verdad, que son visibles en el mundo físico, son difíciles de practicar, ¿cómo realizareis la exaltación de la Majestad y el Pléroma, lo cual no es visible? Y ¿cómo vais a llamaros “operantes” ? Por eso aún sois discípulos puesto que no habéis realizado la Majestad y la Perfección.
Respondió Tomás diciendo al Salvador:

- Háblanos sobre lo que nos dices que no es visible, lo que está oculto a nosotros.
Y el Salvador dijo:

- Todos los cuerpos [de hombres] y bestias son irra[cionales...] Se creen como si fueran [racionales]. Los de arriba [no se alimentan] de las cosas materiales, sino de su propia raíz, sus frutos son los que los alimentan. Y los cuerpos que son visibles se alimentan de criaturas que son semejantes a ellos. Los cuerpos cambian. Y lo que cambia será destruido y perecerá, no pudiendo tener esperanza lo que es bestial. Así que, como los cuerpos de las bestias perecen, del mismo modo estos cuerpos plasmados morirán. ¿Acaso no provienen de coito como el de las bestias? Y si provienen de tal coito ¿cómo podrán engendrar algo diferente a aquéllas (las bestias)? Por todo esto es por lo que sois niños hasta que seáis perfectos.
Respondió Tomás:

- Por esto te digo, Señor, que los que hablan sobre lo que no es visible y, por tanto, difícil de explicar, son como los que disparan sus arcos a un blanco en la oscuridad. Ciertamente, disparan sus arcos contra un blanco , aunque no es visible. Pero cuando se hace la luz y desaparecen las tinieblas, entonces la obra de cada uno se hará visible. Tú (eres) nuestra luz, porque Tú nos iluminas, Señor.
Yeshua dijo:

- La Luz existe en la Luz.
Habló Tomás diciendo:

- ¿Por qué esta luz visible que brilla sobre los hombres se levanta y se oculta?
El Salvador dijo:

- Bienaventurado Tomás: esta luz visible ha brillado sobre vosotros, no para que permanezcáis aquí, sino para que salgáis de aquí. Y cuando todos los elegidos abandonen la bestialidad, entonces esta luz retornará hacia arriba, hacia su esencia, y su esencia la recibirá, porque ha hecho un buen servicio.
Y el Salvador continuó diciendo:

- ¡Oh amor inescrutable de la Luz! ¡Oh amargura del fuego que arde en los cuerpos de los hombres, en sus tuétanos, abrasándolos noche y día, flameando en sus miembros, haciendo que su entendimiento se emborrache y su psiquis extraviada, [ardiendo] en machos y hembras [día] y noche y perturbándolos con una acción que se [manifiesta] secreta y visiblemente. Los machos [se mueven hacia la perdición por las hembras], y las hembras [se mueven] hacia [la perdición por los machos; y por esto] se ha dicho: “Todo aquel que busca la verdad de la verdadera Sabiduría se fabricará unas alas para volar, huyendo del deseo que constriñe a los espíritus de los hombres. Y se hará para sí mismo unas alas para escapar de la materialidad”.
Tomás respondió diciendo:

- Señor, esto es justo lo que te estoy preguntando, ya que he comprendido que tú eres lo bueno para nosotros, como tú dices.
Respondió otra vez el Salvador diciendo:

- Por esto nos es necesario hablaros, pues ésta es la doctrina para el perfecto . Si vosotros queréis ser perfectos, observaréis estas cosas. Si no, vuestro nombre es “Ignorante” ya que no es posible que un sabio habite con un loco, ya que el sabio es perfecto en todo conocimiento. Para el loco, el bueno y el malo todo es lo mismo. El sabio será alimentado por la Verdad, y llegará a ser como un árbol que crece junto a una corriente de agua, viendo cómo otros tienen alas y se lanzan sobre las cosas materiales que se hallan lejos de la Verdad. Esto es así porque los guía ese fuego, que les induce la fantasía de la Verdad, brillando sobre ellos con una belleza perecedera y los hará prisioneros de una dulzura tenebrosa cautivándolos con un aromático placer. Y los cegará con un deseo insaciable que quemará sus alas, siendo para ellos como una astilla clavada en sus corazones que no podrán remover. Y como agarrados por unas fauces los conducirá según sus propios deseos. Los atará con sus cadenas, ligando todos sus miembros con la amargura de las ataduras del deseo hacia lo material perecedero, cambiando y mudando según sus impulsos. En todo momento son atraídos desde lo alto a lo más bajo. Cuando mueren son en todo semejantes a todas las bestias corruptibles.
Tomás respondió diciendo:

- Está claro que se ha dicho: Muchas [son las cosas ocultas] a los que ignoran que [han de conquistar] su alma.
Y [el Salvador] respondió diciendo:

- [Bienaventurado el] sabio que [busca la Verdad] y, cuando la encuentra, descansa en ella para siempre y no teme a los que desean perderlo.
Tomás respondió diciendo:

- ¿Es bueno para nosotros, Señor, juntarnos con los nuestros?
El Salvador dijo:

- Sí, puesto que es útil y bueno para vosotros ya que lo material entre los hombres se dispersará. El recipiente de vuestra carne se dispersará y, cuando se destruya, se volverán visibles estas cosas. Entonces verán el fuego que les causa dolor gracias al amor que tuvieron por el Conocimiento anteriormente. Y se juntarán de nuevo visiblemente.

Por otra parte, aquellos que tienen poder para ver las cosas no visibles, si no tienen este primer amor (al conocimiento) serán destruidos por el deseo de lo material y por las llamas del fuego. Sólo es un breve tiempo hasta que lo material se disperse y, entonces, serán como fantasmas sin forma y serán habitantes de las tumbas, entre dolores y corrupción del alma.
Tomás respondió diciendo:

- ¿Qué diremos de estas cosas, o qué le diremos a los ciegos, o qué enseñanza daremos a esos miserables mortales que dicen: “Hemos venido para [vivir] bien y no para maldecir” , y vuelven a decir: “Hemos sido engendrados en la carne para conocer el fuego”?
El Salvador dijo:
- Ciertamente, a ésos no los consideres hombres, sino bestias pues como bestias se devoran unos a otros. Los hombres de esta clase se devoran mutuamente. Éstos pierden su [vida] porque están apegados a la dulzura del fuego por lo que son servidores de la muerte y son empujados hacia las obras corruptas, siguiendo la inercia de sus padres. Serán arrojados al abismo y atormentados por su defectuosa naturaleza. Serán flagelados hasta caer cabeza abajo hacia lugares que no conocen, y [abandonarán] su materia no con paciencia sino con desesperación. Se alegran con [sus deseos corruptos] con locura y desvarío. [Muchos] siguen este desvarío sin darse cuenta de su locura, pensando que son sabios. [Se engañan por la ilusión] de sus cuerpos como [si fuesen inmortales]. Sus corazones se orientan hacia ellos mismos. Sus pensamientos están ocupados con sus obras. Pero el fuego los consumirá.
Pero Tomás respondió diciendo:

- Señor, ¿qué le ocurrirá a quien es empujado así? Estoy muy preocupado por esto, pues son muchos los que les acosan .
El Salvador respondió diciendo:

- ¿No lo has comprendido?
Judas, llamado Tomás, dijo:

- A ti, Señor, te corresponde hablar y a mí escuchar.
El Salvador replicó:

. Escucha lo que te diré y constata la Verdad. El que siembra y lo que es sembrado serán aniquilados en el fuego, dentro del fuego y del agua, y permanecerán encerrados en sus tumbas tenebrosas. Y después de mucho tiempo se harán evidentes los frutos de los árboles malos y se los castigará, muriendo en la boca de bestias y hombres impulsados por el agua, el viento, el aire y la luz que brilla desde lo alto.
Tomás replicó:

- Bien nos has persuadido, Señor. Lo comprendemos en nuestros corazones, ciertamente. Tú palabra es suficiente. Pero estas palabras que dices son ridículas y despreciables para el mundo, pues no son comprendidas. ¿Cómo entonces iremos a predicarlas si estamos en el mundo?
El Salvador respondió diciendo:

- En verdad os digo que el que oiga vuestras palabras y vuelva su rostro hacia otro lado o haga escarnio o se burle de ellas, en verdad os digo que será entregado al Arconte de arriba, el que gobierna sobre las potestades como rey de ellas, y lo volteará y lo lanzará desde lo alto al abismo, y será encerrado en un lugar estrecho y tenebroso. Y no le será posible volverse ni moverse por causa de la gran profundidad del Tártarus y de la [densidad] dispuesta [contra él quedando prisionero] sin [posibilidad de escapar]. No será olvidada [su transgresión]. [Las potestades l]os perseguirán y [los] entregarán al ángel Tartaruj [quién tomando un látigo] de fuego los acosará con latigazos de fuego que producen una rociada de chispas sobre el rostro del perseguido. Si huye a occidente, encuentra fuego. Si se vuelve al sur, lo encuentra allí también. Si se vuelve al norte, encuentra también el fuego flameante amenazador. Y no encuentra el camino hacia el oriente para huir allí y salvarse, puesto que no lo encontró en el tiempo que tenía su cuerpo, tampoco lo encontrará en el día del juicio.
Y el Salvador continuó diciendo:

¡Ay de vosotros, impíos, que no tenéis esperanza puesto que confiáis en lo que no ocurrirá!
¡Ay de vosotros, que tenéis vuestra esperanza en la carne que es la prisión destinada a la destrucción! ¿Hasta cuándo permaneceréis en el olvido? ¿Y lo qué tomáis como inmortal creéis que no ha de morir?. Vuestra esperanza está puesta en el mundo y vuestro dios es esta vida. Estáis destruyendo vuestra psiquis.
¡Ay de vosotros por causa del fuego que flamea en vosotros, puesto que es insaciable!
¡Ay de vosotros por causa de la rueda en la que giran vuestros pensamientos!
¡Ay de vosotros por la llama que está en vosotros porque abrirá vuestras carnes devorándolas y desgarrará vuestra psiquis secretamente preparándola para vuestros acompañantes !
¡Ay de vosotros, cautivos, que estáis atados en cavernas! ¡Os reís y alegráis con risa de loco! ¡No os dais cuenta de vuestra perdición, ni tenéis conciencia de vuestra situación, ni entendéis que sois habitantes de las tinieblas y la muerte! Estáis borrachos con el fuego y estáis envenenados. Vuestros corazones desvarían por causa de la llama que hay en vosotros y os parece dulce la corona y los golpes de vuestros enemigos. Y la oscuridad os envuelve como la luz, pues habéis entregado vuestra libertad a la esclavitud. Habéis puesto vuestros corazones en la oscuridad y sometido vuestra conciencia a la locura, y habéis llenado vuestra percepción con el humo del fuego que está en vosotros. Vuestra luz se oculta tras esa nube [de tinieblas] y habéis desgarrado vuestro vestido. [Porque habéis caído en el olvido] se ha adueñado de vosotros la esperanza falsa. ¿Y quién es aquel a quien creéis? ¿No os dais cuenta que os encontráis rodeados de los que [os maldi]cen de tal forma [que vuestra esperanza es falsa?] Habéis bautizado vuestra psiquis con las aguas oscuras. Habéis caminado sobre vuestros propios deseos.
¡Ay de vosotros los errados, que no percibís la luz solar que todo lo juzga y todo lo ve volteándose hacia todas partes para capturar a los enemigos! ¿No comprendéis cómo la luna noche y día se vuelve hacia abajo para contemplar los cuerpos de vuestros cadáveres?
¡Ay de vosotros, que amáis el coito sucio al uniros con las mujeres!
¡Ay de vosotros, por causa de los poderes (que se expresan) en vuestro cuerpo, pues os afligirán!
¡Ay de vosotros, por causa de la energía de los malos demonios!
¡Ay de vosotros cuyos miembros son atraídos por el fuego! ¿Quién es el que os hará refrescar con el rocío que extingue las abundantes llamas de vuestro fuego? ¿Quién os traerá el sol para que brillando sobre vosotros elimine vuestras tinieblas ocultando las sucias aguas negras?
El sol y la luna os harán una fragancia junto con el aire, el espíritu, la tierra y el agua. Si el sol no brilla sobre los cuerpos, se marchitarán y morirán como la maleza o las hierbas. En verdad, si el sol brilla sobre la maleza se llena de fuerza y ahoga la cepa . Si, al contrario, la cepa vence y cubre de sombra la maleza y todas las otras hierbas que crecen con ella, y extendiéndose se ensancha, ella sola se hace dueña de la tierra sobre la que crece dominando todo el terreno sobre el que su sombra se proyecta. Entonces, cuando prospera, domina toda la tierra y se muestra generosa con su dueño, complaciéndolo, pues habría sufrido mucho a causa de esas plantas hasta que las hubiese arrancado. Así la cepa sóla las eliminó y ahogó. Murieron y se hicieron polvo.
Entonces continuó Yeshua diciendo:

- ¡Ay [de vosotros] que no habéis recibido la doctrina pues los que son ignorantes trabajarán predicándola en vez de vosotros. Y os arrojareis al [abismo, aunque hay algunos] enviados a [vosotros para rescataros] y que os levanteis de la muerte y los asesinais todos los días.
¡Bienaventurados sois vosotros que conocéis de antemano el tropezadero y huís de lo que no os pertenece!
¡Bienaventurados vosotros que recibís muchos desprecios y ellos no os quieren a causa del amor que vuestro Señor os tiene!
¡Bienaventurados vosotros que lloráis y sois oprimidos por los que carecen de esperanza porque seréis liberados de todas las ataduras!
Despertad y orad para que no permanezcáis en la carne sino que os liberéis de las amargas ataduras de esta vida. Y cuando oréis, encontrareis el descanso puesto que cuando hayáis abandonado los sufrimientos y pasiones del cuerpo, recibiréis el descanso del Bueno y reinaréis con el Rey, vosotros con El y El con vosotros, desde ahora y por siempre. Amén.

El libro de Tomás El luchador, escrito para los potencialmente perfectos.
Recordadme también, hermanos míos en vuestras oraciones.
Paz a los santos y a los espirituales.